Nos escapamos de la ciudad y volamos cerquita del cielo en un teleférico con piso de cristal con vistas increíbles de las plantaciones, templos y rascacielos de Taipei. La montaña de Maokong y sus verdes bosques nos dejaron con una sonrisa inmensa. Este teleférico llega a casi 300 metros de altura, si tienen algo de vértigo pueden tomar el teleférico sin piso transparente.
Este día bajo una leve llovizna aprovechamos para hacer un poco de senderismo por las montañas, recorrer el pueblo, ver plantaciones de te y perdernos entre la gente local. Al final del día el cielo se puso bravo y largo una gran tormenta justo a la hora de volver. ?
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