La mágica y misteriosa Isla de Pascua

Hace rato tenia ganas de contarles acerca de esta isla mágica y misteriosa que tantos sueñan con conocer.
Recuerdo que cuando era chica mis papas nos regalaron a mi y mis hermanos una revista «Conozca más» en la que figuraba un Moais (estos increibles tallados de piedra) en la tapa. Con mis 8 o 9 años lo primero que hice fue ir a la nota donde hablaban de la Isla de Pascua. La revista contaba sobre teorías conspirativas, de OVNIS llevando estos colosos hacia la isla y muchísimos misterios mas. Me atrapó de inmediato y siempre me imagine que esa isla tenia algo impactante.
Cuando decidimos hacer este viaje por Nueva Zelanda y la polinesia no podíamos dejar de lado pasar por acá, era la ruta perfecta para nuestro itinerario.

Llegamos sabiendo que mis expectativas eran demasiado altas, pensando que todo lo imaginado desde mis 8 o 9 años era producto de mi imaginación y así y todo nos llevamos una gran sorpresa, la isla es preciosa!
Desde el avión se veían los acantilados de piedra volcánica negra en contraste con un mar extremadamente azul y una bravura intensa.
Le dedicamos un dia a recorrer el pequeño pueblo e investigar los alrededores. Nos quedamos en un hostal muy pintoresco Hostal Sunset frente a Ahu Tahai, como a unos 5 minutos caminando. El trato súper amable de la dueña nos reconforto, nos fue a buscar al aeropuerto y nos recibió con flores. Siempre estuvieron muy atentos a todo durante nuestra estadía.
Disfrutamos muchísimo los días primaverales que nos tocaron y aprovechamos al maximo los tesitos en el hall del hostal, siempre con alguna compañía inesperada ?
Cruzando la ruta desde la cabaña esta el cementerio mirando el mar, difícil no prestarle atención a sus tumbas que parecen obras de arte.
Aprovechamos a probar la famosa chorrillana y una cervecita local. ?? Todos los locales de comida tienen casi el mismo menu, mucha papa, quesos y carnes.
Recorrimos la isla de punta a punta, nos encantaron esos paseos sin apuro disfrutando de la naturaleza. Cada tanto se nos acoplaba un guía perruno, de esos sobran en la isla. Este amiguito  particular nos guió hasta una playita un poco escondida donde aprovechamos a sacar muchas fotos. Nuestro primer encuentro fue en el Ahu Tahai donde se encuentra el único moai con ojos (restaurados claro) y alrededores. Hay muchas áreas verdes para recorrer. Aunque es interesante tomar un tour para saber sobre la historia, también es muy facil a pie.
Al caer la tarde mucha gente se reúne en la explanada de este «Ahu» o altar con moais, a contemplar las puestas de sol que tienen muchos colores . Muy cerca también está el museo arqueológico .
Casi todos los días de nuestra estadía pasamos por este lugar a relajarnos y disfrutar estos colosos. Anakena Beach es una hermosa playa de arena blanca, tiene 2 Plataformas de Moais al lado de ella que se  pueden visitar. Rodeada de palmeras y lugares para comer. La gente local pasa toda la tarde en esta playa es que es la única que se usa como balneario.
Esta fue nuestra primer parada en el tour que contratamos. Nuestra guía nos contaba que este lugar es considerado la cuna de la historia y la cultura de Isla de Pascua. Fue aquí donde el primer rey de la isla, el Ariki Hotu Matu’a, desembarcó con sus hombres y estableció el primer centro poblado que dio origen a la cultura Rapa Nui.
Segunda parada de este tour Ahu Akivi. Los siete exploradores son los únicos moais que miran al mar, y tienen un singular significado. Quizás no sean tan grandes e imponentes como otros sitios, pero las estatuas presentan una cuidada uniformidad entre ellas, algo que no ocurre en Tahai o en Tongariki, lo que otorga al conjunto una sensación de armonía y equilibrio. Llegamos a Ana Kai Tangata es una de las cuevas más interesantes y accesibles de la isla. Su ubicación espectacular a la orilla del mar, la cercanía a Hanga Roa, sus pinturas rupestres y las leyendas que la envuelven, hacen de ella una de las cuevas más atractivas y visitadas de Rapa Nui.
El nombre de esta cueva se ha prestado para grandes especulaciones. En el idioma rapanui la palabra Ana significa “cueva” y la palabra Tangata quiere decir “hombre”. El problema reside en el término Kai que se suele traducir por “comer”, con lo que la traducción literal sería “la cueva donde comen hombres”. De ahí que a Ana Kai Tangata se la conoce también como “la cueva de los caníbales”.
En este lugar se puede apreciar las olas reventando en los acantilados cercanos, se puede sentir la belleza y fuerza del pacífico azotando en las rocas volcánicas.

Para entender esto debemos ver la importancia que tienen los pájaros en la cultura pascuense, estos se manifiesta a través de grabados, pinturas, esculturas y leyendas a lo largo de su historia, hasta algunos moais de los mas nuevos tienen grabados en sus espaldas pájaros.

Si bien lo de los ovnis y extraterrestres que me creí cuando era niña no es cierto, la realidad superó la ficción y esto es lo que mas me asombro de la cultura rapanui. El culto al manutara y la competencia del hombre pájaro. El manutara es el «pájaro de la suerte» un ave marina migratoria que llegaba a la isla cada primavera para poner sus huevos.
En un principio, la celebración de la competencia del hombre pájaro tuvo un carácter religioso en honor a Make Make. El dios creador había traído los pájaros marinos a la isla, donde anidan durante los meses de primavera y verano. Pero con el paso del tiempo debido al ascenso de los nuevos clanes dirigidos por líderes guerreros, la ceremonia fue tomando un perfil más político, convirtiéndose en un sistema que permitía a la clase guerrera justificar su poder.
Todos lo años los lideres eran elegidos entre los ganadores de una competencia.  Con este sistema se cambiaba de lideres entre los grupos en base a una carrera por un huevo de gaviotin. El ganador de esta prueba era consagrado como el hombre pájaro o tangata manu, convirtiéndose en el representante de Make Make en la tierra durante un año, tiempo durante el cual su grupo recibía privilegios especiales y liderazgos.Orongo es nuestra siguiente parada para que la guía siga contándonos sobre esta increíble competencia que ya nos tenia a todos boquiabiertos.  Aquí vivían temporalmente los contendientes, en una serie de 54 casas de piedra laja bien bajitas. Solo las usaban para resguardarse del frió y el viento no cocinaban ni pasaban el tiempo ahí adentro.
Desde este lugar se tiene la mejor vista de los islotes donde se realizaba la etapa fundamental de la competencia: la búsqueda del huevo del manutara.A unos mil metros de la base del acantilado, se ven los tres islotes Motu Kao Kao (“islote agudo”) , Motu Iti (“islote pequeño”) y Motu Nui (“islote grande”) protagonistas de esta competencia del hombre pajaro. Aca llegaban a anidar cada primavera una gran variedad de aves marinas.En que consistía la carrera por el huevo sagrado? Los participantes de la prueba (todos hombres atléticos y sumamente preparados), permanecían en Orongo con sus jefes y demás asistentes hasta que llegaba la visita del  gobernante supremo, que les daba la orden de salida. Entonces descendían por un acantilado casi vertical de 300 metros hasta llegar a la orilla. Los que llegaban sanos y salvos, nadaban hasta el islote más grande y lejano, con ayuda de un flotador realizado con fibras de totora. El trayecto de más de un kilómetro se realizaba en un mar agitado por fuertes corrientes y concurrido por tiburones.
Una vez que estaban en el islote debían esperar refugiados en cavernas y cazando su propio alimento, por días o incluso semanas la llegada de los pájaros.
Cuando uno tenía la suerte de conseguir el primer huevo del manutara, el poseedor del huevo anunciaba su éxito gritando con fuerza el nombre de su líder y la expresión “Ka varu te puoko” que significa “afeita tu cabeza”. El grito era escuchado por un vigilante que estaba en una cueva en la parte inferior del acantilado.
El ganador, debia volver a Orongo con el huevo intacto amarrado a su frente. Debia librarse del ataque de sus contrincantes (peleaban a muerte si era necesario), librarse de los embistes de olas contra las rocas y evitar caerse durante la subida. Casi todos los competidores morían durante esta prueba.

La realidad supera la ficción, cierto??? Yo me quede ? con ganas de saber mas y mas. Asique me regalé un libro de sourvenir con toda la historia de esta isla.

Siguiente parada el volcán Rano Kau. Ver un volcán inactivo es impresionante y sólo saber que alguna vez estuvo activo escapa de la imaginación humana. Se ven fabulosas vistas de la ciudad desde la cima. Como ya les conté Ahu Tahai estaba muy cerca de nuestro hotel asique aprovechamos cada atardecer de nuestra estadía para disfrutar de estas increíbles vistas. Realmente no te cansas de ver esas siluetas perdidas entre nubes con fuertes colores anaranjados. Tercer día en la isla… hicimos una parada rápida para ver el Ahu Huri a Urenga es una de las 25 plataformas que no se encuentran en la costa, sino en el interior de la isla. El ahu fue restaurado dentro de sus trabajos de recuperación del patrimonio arqueológico. Se trata de una plataforma de 13 metros de largo por 4 metros de ancho, con un único moai que tiene la peculiaridad de presentar dos pares de manos.
En la parte posterior del ahu existe una plataforma de cremación, posición que se repite en la mayoría de los ahu de la isla. Se cree que esta estructura fue utilizada para los rituales funerarios.

En Akahanga o Aka Hanga se encuentran los restos de lo que fue una antigua aldea próxima a una pequeña bahía (hanga), ubicada en la costa sur de la isla. En la mayoría de las plataformas destruidas, las estatuas estan boca abajo, con la cara oculta y dando la espalda. Sin embargo, en Ahu Akahanga, los 13 moais, que tienen un tamaño de entre 5 y 7 metros, aparecen derribados tanto boca arriba como boca abajo. Esto permite observar mejor sus rasgos. Impresiona contemplar a estos gigantes de piedra en una posición tan vulnerable. Seguimos viaje y ahora nos dirigimos a Rano Raraku la cantera de los moais. Se esculpieron casi 1000 estatuas que se encontraron en la isla. Aca se tallaban los moais y luego se llevaban a los ahu o plataformas ceremoniales, repartidos a lo largo de toda la costa, para honrar la memoria de los antepasados.

Las estatuas se hallan por todas partes y en lugares casi inaccesibles. Entre las figuras terminadas que descansan a los pies del volcán y las que todavía permanecen en la ladera exterior e interior del mismo, se han contabilizado un total de 397 moai. Esta es la zona de la isla donde se concentra el mayor número de estatuas, casi el 40% del total.

Y por ultimo pero no menos impactante el Ahu Tongariki. Este conjunto de moais era el único originalmente en pie hasta que en los 60 el tsunami los derrivó, los pararon nuevamente. Algunos de sus sombreros fueron destruidos en su totalidad. Realmente esta isla nos dejo con el corazón inflado de contento, disfrutamos cada minuto, cada historia, cada paisaje, cada persona que conocimos. Nunca ni en un millón de años me imagine que iba a pisar estas tierras tan inhóspitas.
Es difícil explicar todo lo vivido, creo que las imágenes y las palabras no son suficientes para describir estas vivencias. Si alguna vez tienen la oportunidad de conocer estas aventureras tierras no la desperdicien es INVALUABLE!!

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Roxi

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Fotógrafa apasionada del arte, los viajes, el buen comer, los colores y el surrealismo. Creando una mirada propia, disfrutando mucho mas estar detrás del lente expresando mi punto de vista sin palabras.

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