Queenstown | Nueva Zelanda

Tanto nosotros, como algunos locales, coincidimos en que Queenstown es algo así como la ciudad hermana de Bariloche de Argentina. Sus principales atracciones tienen mucho que ver con el turismo aventura y cuenta con un lago que está omnipresente desde cualquier rincón donde uno mire.

Nos hospedamos en el Heritage Queenstown, un hotel estilo vintage, muy agradable y con unas vistas perfectas del lago y de las montañas “Remarkables”. La caminata hacia el centro es de unas 15 cuadras que se pasan volando por lo hermoso del lugar. Se puede hacer la caminata por entre medio de un “bosque” o por la costa.

El centro es pequeño pero no le falta nada. Nos encontramos con una heladería estilo Argentino llamada Patagonia con helados de dulce de leche y varios sabores de los que solo se ven en nuestro país. En lugar de pedir el tradicional dulce de leche para nosotros pedimos uno de perejil y naranja, ese si que es original!!! ?


Después vimos un puesto atendido por su dueño  donde vendían empanadas argentinas. No nos animamos a probar porque el puesto estaba ubicado al lado de la entrada de un baño público…?

También fuimos a conocer el famoso Fergbuger. Una hamburguesería que está abierta 22 horas por día y en donde siempre hay cola, muuuuchiiisima cola,  mayormente asiáticos buscando una foto para las redes sociales. No hay ni lugar para sentarse, así que desde afuera pudimos ver a la gente comiendo las tan famosas hamburguesas.

Guiamos por nuestro instinto optamos por no perder tiempo ahí e ir a otro lugar que se llama Devil Burger, donde pudimos descansar los pies y disfrutar una hamburguesa que se veía exactamente igual pero no había nada de espera.

Hay muy buenos lugares para comer. Aprovechamos y fuimos a cenar a un restaurante japonés atendido por japoneses en donde no dejaban de saludar con reverencia a todos.

Hay varias caminatas para realizar, la mas famosa es la de los Queenstown Gardens, un paseo tranquilo que rodea el lago y termina directo frente a los Remarkables.

Otra caminata muy famosa es la del Tiki Trail, es toda en subida hasta llegar a la cima de la famosa  Gondola Skyline. en donde aparte del vertiginoso paseo se puede disfrutar de unas vistas muy imponentes de todo el lugar y las montañas que lo rodean.

Reservamos un almuerzo en el restaurante buffet Stratosfare que aparte de tener una comida excelente cuenta con las mismas vistas del mirador.
Para los mas aventureros se puede seguir subiendo un poco y realizar la bajada en luge o con moutain bikes.
También hay una estación de bungee jumping y de hecho se dice que Queenstown es el lugar donde se inventó esta actividad.


La mayoría de los visitantes van con el objetivo principal de esquiar, ya que el lugar cuenta con pistas de mucho nivel aparentemente. Después de tantos días de fiordos y caminatas fuimos mas en plan relax y para eso nada mejor que reservar una hora en el Onsen OBL, con sus hot pools.
El lugar es espectacular, está a media hora de Queenstown (te llevan y te traen desde el centro) en medio de las montañas. La hot pool (como un jacuzzi pero de madera estilo japonés) es privada y cuenta con una pared movil que se puede abrir de par en par y disfrutar de las montañas (si vas de día) y de las estrellas (si vas de noche).
Nosotros fuimos de noche y la suerte nos acompañó ya que ese día fue el único que no hubo ni una sola nube, pudimos disfrutar de las estrellas y la vía láctea mientras nos tomábamos una bebida y nos relajábamos en la hot pool. Un final perfecto para nuestra estadía perfecta.

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Fotógrafa apasionada del arte, los viajes, el buen comer, los colores y el surrealismo. Creando una mirada propia, disfrutando mucho mas estar detrás del lente expresando mi punto de vista sin palabras.

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